#arodysummercamp
Ayer empezaron las clases, y con ellas, muchos cambios. Cambios que no mentalicé y en serio no estaba preparada que mi día resultó bastante frustrante. No pude sentarme a escribir este post en todo el día, Carissa resintió también el cambio de rutina e hizo de su día toda una protesta. Massimo empezó su día mas temprano de lo usual, el nos despierta a todos normalmente, y ahora, su día también cambió, lo hemos despertado para bañarse, desayunar juntos todos una hora antes para empezar su primer día en el cole. Me sorprende en serio cómo frustran los cambios bruscos, el tráfico, las cosas a las que nos acostumbramos sin quererla y las hacemos cotidianas.
La cosa no es cambiar de rutina, sino que fue como el velorio de mis días anteriores, mis “vacaciones”. He leído mucho sobre la educación en casa, en toda la filosofía, en lo bien y mal que esta la educación hoy en día, en sus pros y sus contras, de ambas cosas, que al iniciar este verano decidí soltar toda mi mochila de ocupaciones de Aro, para enfocarme en mis hijos, hacer, deshacer y no hacer con ellos, a meterme al mundo con mucho miedo de “solo soy mamá”, no más (o sea, todas las demás etiquetas: fotógrafa, diseñadora, costurera, y el eterno bla, bla, bla).
Me sorprendió encontrarme con una yo que fluía, que de pronto -no hacer- fue una liberación, me sucedió que de pronto, Massimo y Carissa se quedaban dormidos y pasaban dos horas sin poder definir qué hacer, si escribir, editar las fotos de nuestras actividades, ver una serie nueva, de… ¿qué hago con estas dos horas que están dormidos? Hermoso. Mi sueño siempre ha sido tener una casa de campo, donde el tiempo no pasa, no se siente, estoy tranquila disfrutando de ella, respirando aire fresco, oyendo cómo se mueven las hojas de los árboles, cantan los pajaritos, así de rosa mi casa de campo, pues bueno, un buen día me di cuenta de que ya la estaba viviendo sin saberlo.
Hoy ya fue distinto, ya sé a que me enfrento en el día, estoy sentada escribiendo mi post mientras Carissa juega un ratito en su cuarto, definiendo qué foto se queda y cual se va, cuál cuenta mi historia de este verano, la historia del #arodysummercamp y ahora, entenderán porqué, se las dejo.
“It always seems impossible until it is done”
Aprendizajes: Del no me muevo, al gateo, al ya casi camino. Del no me gusta, lo pruebo, elijo. Del vivo en la rutina, la agarro por los cuernos y la disfruto :D. Imposible para mi era pensar soltarlo todo, y ahora lo extraño. Pero también amo este lugarcito que me motiva a seguir con mis anhelos.