Cuando ellos crezcan
¿Qué tipo de fotos quiero ver cuando tenga 80 años? ¿Qué tipo de fotos quiero que mis hijos vean cuando tengan mi edad?
Son dos preguntas que me hago constantemente para tener un plan sobre qué documentar el día de hoy porque las fotos son un recurso físico para activar la mente y ayudarla a traer esos recuerdos guardados rápidamente.
Fotografías de la mirada de Piero cuando llega a comer a mediodía o cuando hace esa cara particular de verse reflejado en Carissa porque son muy parecidos, o Massimo abrazando a su hermanita con mucho amor pidiéndome permiso justo cuando esta dormida de ir a darle un beso, Carissa y sus ganas de investigar y explorar todo como cuando salimos al patio y de pronto se baña de tierra de una maceta que quien sabe de dónde sacó, o mi mamá al llegar los miércoles a mi casa a comer y verla salir de su coche super bonita con sus ojos que brillan.
Todos esos momentos suceden hoy y son perfectos. Por eso al agendar mis próximas fotos, serán pensando justo en eso, en que esa persona debe ser mis ojos, vivir lo que yo vivo, ser consciente de que todo esto es maravilloso y que al dar clic a la foto refleje todos mis sentimientos justo ahí, para un día ser vistos en algunos años por mis hijos cuando tengan mi edad. Todos esos momentos que capturaran quienes fueron, que les gustaba hacer, cómo se vestían, cómo se relacionaban con su familia, sus cosas favoritas, etc.
Porque a veces cuando pensamos en fotos, pensamos en estar delgados, en tener la casa limpia, en hacer la actividad perfecta de arte aun cuando en realidad no hacemos nada de eso en el día a día. Pensamos en esas fotos para compartir en redes sociales que se llenen de likes y comentarios de lo perfectos que somos. Sentir toda esa nostalgia al ver fotos viejas nuestras, en lo imperfectas que son, son todo lo contrario, son momentos hermosos que nos dejaron nuestros padres para vernos a nosotros mismos justo como éramos antes del tan usado “voltea y sonríe”.
Estoy en el negocio de hacer fotos, de buscar momentos y preservarlos, pero para llegar aquí tuve que vivirlo yo misma durante varios años con mi atención plena enfocada en mi familia, por eso nace “más para los míos” porque es mi recordatorio de ser justo eso, y ahora, lo comparto a las familias que buscan justo esto, lo mismo que yo, atención plena en cada momento que vivimos con los nuestros.
Cuando la vida te tiene preparado algo distinto para ti, eso también es PERFECTO y no me queda mejor que en este post compartirte el documental de Marcelo, de lo importante que es para su familia documentar esta parte que será vital el día de mañana para todos ellos. Te dejo las palabras de Male, porque gracias a leer esas palabras, la importancia que le da a la fotografía en su casa, conocer a ella y su familia, cada día soy mejor persona.
Querido cáncer: Hoy no te digo que puedes quedarte si quieres, NO. Hoy te digo, él es Marcelo, es su cuerpo, y en él solo vive DIOS, y ya espero la hora de que tú te vayas, porque no quiero volver a saber de ti en toda mi vida. Tienes que irte. Y no tienes de que preocuparte, ni mi familia, ni mis amigos, ni todas las personas que han estado orando por EL GRAN MILAGRO DE MARCELO, te vamos a olvidar... No lo haremos, jamás te vamos a olvidar. Pero ya no hablaré de ti con miedo, ya no te tengo miedo. Por eso debes de irte. Te llamo "querido" porque no encuentro otra manera de llamarle a algo que me ha hecho mucho daño, pero que en este tiempo me ha dejado tanto. Tú has luchado tanto pero estoy segura que al final te darás cuenta de que con Marcelo te equivocaste de persona ~ Malena, mamá de Marcelo