Aleluya + Enrique
Wow, toda una historia en esta sesión... Llego a Starbucks a mi cita de ese día, me encuentro con una muy buena amiga de la secundaria, Yazmín, que me cuenta cómo va su vida en la fila para pedir el café, me entero que su papá había fallecido y que andaba ahí para una reunión donde vende un producto que quedé muy formal de platicar con ella después, me dio mucho gusto verla por ahí y verla feliz, con su mamá, esposo e hija. Me siento en mi compu después de no ordenar nada dispuesta a editar fotografías mientras llegaba la pareja con la que había quedado. Llega Aleluya y Enrique, quien va a formarse a pedir algo para ellos y donde ella aprovecha a contarme las ideas para su sesión, donde susurra... "a Enrique no le fascina la idea así que habrás de convencerlo" además de contarme cómo iba el embarazo, a lo que se dedican, etc. Esperé a que Enrique se sentara y entonces empecé con mi idea y filosofía de las sesiones. Enrique conoce a Piero y como arquitecto, estuvimos en la misma universidad así que ya había dos lazos en los que el me podía ubicar perfecto.
Mi filosofía, que veo claramente, porque la he experimentado mil y un veces es, y todo se cierra a la pregunta ¿dónde hacemos las fotos?, es que la sesión es TUYA en TUS espacios, y tenía encima a un arquitecto, que pudiera importarle mucho alguna construcción moderna o con gran trayectoria arquitectónica, no sé... Pensaba mil cosas mientras seguía diciendo que el día de mañana, Santiago podría ver cómo vivían sus papás cuando lo esperaban, cómo era su casa (o es, uno nunca sabe), cómo podría él ver sin estar presente en el ambiente de hoy, de sus papás, de ELLOS.
Enrique, de pronto dice, mmm, fijate que vivimos aquí y estoy remodelandola, talvez cuando sea la sesión ya terminé la remodelación y me gustaría que fuera ahí, la idea de ambos de salirnos al centro a caminar que se venía contemplando ya no me parecía tan adecuada, porque sé cómo son las casas del centro histórico de SLP y no habría mejor locación que esa, y en definitivo, no me equivoqué y ellos tampoco, gracias por confiar Aleluya y Enrique, por dejarme entrar en sus vidas y por todas sus palabras que hacen que hoy publique su sesión.
Están en mi corazón esa tarde con ustedes y Santiago, a quien ya quiero conocer.