Vamos a ser papás
Esperamos dar esta noticia más de dos años, y hoy, me encanta compartirla porque es tan parte de mi personalmente como de mi trabajo como fotógrafa. Recuerdo aún esas bodas en las que comentábamos que talvez no podría cubrirlas porque quien sabe si ya estuviera embarazada, muchos planes, mucho que esperar, pero Diosito es sabio y sabía que aún no era nuestro momento.
Amé hacer cada boda, cada sesión, conocer a cada persona y poder compartir con ellos nuestro deseo, nuestras ganas de empezar a hacer una familia. Recuerdo cada consejo de toda mamá embarazada que pasó por mi lente, cada detalle, desde las medallitas, oraciones y hasta sus palabras de aliento que me dieron mucha fe.
Fue un golpe duro, al principio, pues decidir que ya quieres tener hijos de por si ya es un paso grande, vas “decidida” a hacer todo y lo único que pasaban era los meses y años, porque dentro de mi no pasaba nada :(. Juré que en el momento que lo decidiéramos, sería como por arte de magia y al día siguiente estaría embarazada. Vaya que aprendí tantas cosas, sobre todo la humildad.
Toda mi vida tuve planeado de qué edad me casaría y claro que la edad para tener hijos también... Pero todo fue sucediendo tan rápido, empecé a hacer foto, de pronto estaba tan apasionada con la foto que me encantaba decir “no podré cubrir tu boda porque queremos embarazarnos” y cual, pasaba el tiempo y ahi estaba cubriéndola, feliz.
Tantas veces me dijeron, cuando te relajes con el tema, se dará. Y yo pensaba, cómo crees que dejas de pensar en que quieres tener bebés, jamás. Por más que lo trates...
Viví mi 2012 esperanzada a que un mes de esos podría tener la sorpresa y así se acabó, viajé a mis últimos dos proyectos del año, ELLAS en Querétaro y FOLLOW YOUR HEART en Costa Rica, estaba consciente que después de esos dos viajes tenía mi agenda en CERO.
Antes de ambos viajes dejé de hacer todo lo que estaba haciendo para lograr un embarazo, me harté. Pensé que disfrutar los viajes era lo mejor que podía hacer, enfocarme a lo que estaba haciendo nada más sin pensar en dejar entrar otro pensamiento mas sobre el tema.
Disfruté como nunca navidad y año nuevo en familia, inició 2013 en blanco, me sentía tan agusto de por fin haber podido descansar de tantos fines seguidos de foto y mas foto. La idea de disfrutar cada etapa de la vida es mi oración día a día. Ahora, sin haberlo planeado mucho estaba viviendo ese descanso o vacaciones mentales tan necesarios.
Tal descanso mental y emocional, hizo que el pasado mes de enero fuera mágico en nuestras vidas. Mi papá, el día de su cumple, 23 de enero, aniversario 60, decidió regalarse desde el cielo un angelito que bajara a celebrar con él y dejarnos disfrutar de su magia.
Sí, jamás esperado. Imaginado aún pero jamás esperado en este invierno pasado. Celebramos con mi Pa incrédulos de todo. Nuestras mamás estaban más que felices de poder compartir con nosotros esta magia, este milagro al igual que poco a poco fueron enterándose los tíos, porque vaya que tendrá tíos el/la bebit@.
Decidimos vivirlo en familia hasta las famosas 12 semanas que son vitales para su desarrollo, pero ayer, ayer, ayer, bueeeeno, pudimos de nuevo verl@, jugar con sus manitas y piesitos, mover su carita.
Tanta felicidad no puede guardarse dentro y estamos compartiendo contigo nuestra semana 13.
Esta es la razón más importante de mi vida por la que mi blog ha estado un poco abandonado estos tres meses pasados, todo lo que pensaba escribir en este espacio giraba siempre hacia mis pensamientos de -próxima mamá-.
Todos los pensamientos que habían estado ahí durante años esperando salir y que hasta hoy, gracias a Dios, puedo compartir a los cuatro vientos, gracias por tu paciencia, por estar aquí, por seguir al pendiente de mi trabajo, por todos los momentos compartidos en las sesiones, por cada risa y abrazo en espera de esta noticia, hoy lo compartimos contigo porque nos has hecho reforzar de nuevo que la magia sí existe.