Abrázalos
No siempre todo sale como uno quiere, hay días que te sientes unas rayitas abajo y claro, no siempre podrás hacer todo lo que estabas pensando hacer al iniciar tu dia. A veces nos faltan horas, a veces solamente ganas. Lo que te quiero compartir hoy es más reflexivo que de aprendizaje porque no siempre confías en ti.
El viernes en un día super positivo donde me sentía en el pico de mi energía más alta, super vibrando con la Tierra, decidí meterme a dos cursos. Los compartí en mis historias de insta y eso por dentro me compromete personalmente a cumplirlos, por eso lo hago, porque me forza a terminar mis tareas.
Son dos talleres, uno de acuarela con una artista que admiro hace años, Danita que se llama “Sketching in the Woods”, y otro de “How to Write Better” con uno de los minimalistas de Netflix, Joshua, que es hasta el 24 de junio. Pero, el otro era a mis tiempos, una tarea completada y al dia siguiente se activa tu siguiente actividad. Recuerden que lo compré en viernes…
Preparar el material que se usaría era la primer tarea, la segunda se activaría el sábado y la siguiente el domingo. Después de preparar el material, tocaba pintar ¿no? En casa, con niños, debía darme el tiempo para hacerlo. Tardé muchísimo en empezar, me senté en la silla, preparé todo, y algo, me distraía, no necesariamente de los niños. Algo.
Pensé en estarme boicoteando, la tarea del cerebro es continuar haciendo lo que ha hecho por años, casi 5 exactamente. Con mi terapeuta decidimos hacer una “ancla” para esos días donde tu solita te dices que no puedes, te dice esa vocecita que no avances, que ahí te quedes, que estás super cómoda así, que como para qué quieres hacer eso.
Hice mi ancla, que solo consta de dar un paso con el pie izquierdo con toda mi fuerza y ganas de ir hacia adelante. Me senté y empecé.
Si ves de pronto a alguien sentarse, enfocarse y hacer lo que le gusta, ¿a poco no te acercas a ver qué hace? Eso hizo Carissa, y he de confesar que de inicio mis pensamientos no eran bonitos jaja, eran de —Déjame terminar, distráete con otra cosa, Piero HELP!—
Abracé el momento en vez de tornarme histérica. Su tenacidad para escalar la silla, para lograr sentarse conmigo, hacerse espacio con sus piernitas pequeñas para querer observar y ser parte de lo que sea que estaba haciendo, de su curiosidad y su logro. Su atención al verme dibujar me pudo.
Sé que ellos aprenden con lo que ven, que no necesito darle un speech de todo lo que significa hacer lo que le apasiona en la vida porque sé que solo necesita un ejemplo. Agradezco mucho a todas las personas que hacen posible que yo pueda sentarme a tomar un taller en línea de lo que me apasiona. Al ratito, Piero los sacó a jugar y pude terminar con calma mi pintura. No luches contra esos momentos, mejor abrázalos, en TODO el sentido de la palabra.