5 mujeres inspiradoras que han sido mi guía en la maternidad
Toda mujer que empieza este camino por la maternidad necesita una guía. O mas bien dicho, varias.
Mi viaje empezó cuando “decidimos” ser papás y Massimo no llegaba. Solo se tardó unos meses pero para mi fue una eternidad. Piero y yo teníamos 5 años felices de viajes y de trabajo profesional padrísimo. Me encontraba justo, y suena a cliché, pero es real, estaba en mi punto más alto de éxito.
Viajaba para documentar bodas, viajaba para hacer talleres de foto, viajaba y viajaba. Todo estaba siguiendo su curso, para arriba. Hasta que en diciembre de 2012, tuvimos que sentarnos a ver qué seguía y me topé con una pared gigante, mentalmente hablando.
Hoy obviamente lo veo totalmente distinto pero en ese momento me paralicé y mi idea era esta:
Tengo que dejarlo todo (profesionalmente) para ser mamá.
Pero entonces, todo cambió el 23 de enero de 2013. La prueba positiva y empezó mi búsqueda.
Empiezo la lista en orden de aparición en MI camino:
Bertha, natación para embarazadas.
Me metí a su clase porque me la recomendaron. Era los sábados y yo iba encantada con mi panza a nadar y feliz porque al final nos daba un masaje con el cuerpo suelto y flotando que me parecía lo más delicioso sentir. Ella me ayudó a acomodar a Massimo para que estuviera listo para nacer porque pasaban las semanas y seguía sentado. A mi me aterraba el nacimiento de cualquier bebé pero mucho más miedo le tenía a la aguja de la raquia y en internet encontré un libro: Parir sin miedo. Un día solo fuimos dos mamás, la plática que tuvimos fue mucho más profunda y una de ellas me compartió su experiencia de nacimiento, pasaba por el segundo embarazo y es la siguiente mujer que te presento.
Bety Sepúlveda.
Bety hablaba y hablaba de parto humanizado, natural, en agua, sin anestesia y yo ¿kaaaaa? ¿existe eso aqui? ¿en San Luis? ¡está loca! jajajaja otra compañera le seguía el paso mientras que las demás siempre nos quedábamos con cara de wtf!? Total que el día que solo fuimos ella y yo, la cuestioné de principio a fin, me explicó todo el proceso. Mi lectura del libro Parir sin miedo y todo lo que me contaba parecía que sí pasaba. Que sí se podía evitar la aguja a la que tanto le tenía miedo. Bety me llevaba por unas semanas asi que no dudé dos veces en pedirle y ofrecerle documentar el nacimiento de Victoria.
- Toma el curso de Lore, te va a encantar. Me dijo.
Lore Pardeiro
Al parecer todo se alineaba a mis deseos que me parecía increíble que fueran a suceder, lo que sí sabía era que nadie me iba a parar, aun la incredulidad de Piero de todo lo que yo le estaba contando que estaba pasando por mi cabeza. Estaba decidida a meternos al curso de Lore de Hipnoparto. Tener a mi bebé en agua y además, llevarme a Lore ese día. En el primer día de curso, cambié de gine aunque me faltaban 8 semanas para que naciera. Tenía que alinearse mi doctor a mi idea y no estaba donde debía. Me recomendaron con quién y nos movimos. Piero siempre me apoyó en todo, pero no creía en absoluto nada de lo que nos decían hasta la última clase pareciera que todo le hizo sentido.
Lore, fue desde siempre una guía para los dos, ahora puedo decir que es una de mis amigas más queridas que siempre me enseña cosas nuevas. La admiro muchísimo y solo hace falta que la escuches y que te vea, para que sepas que estás en el lugar correcto.
Sin Lore, no hubiera logrado tener ese temple y fuerza a la hora de parir a mis hijos.
Raquel Trigo
Sin lugar a dudas, a esta mujer la admiré desde el día uno que la conocí. Pero donde realmente nos hicimos amigas fue en su espacio: Ukaabiim. Ir con una nueva gine donde ella daba su taller, me llevó a sus reuniones enormes de mujeres, llenas de amor, panzas y de bebés recién nacidos. Una tribu. Ahí conocí a mucho más mujeres que hasta hoy siguen a mi lado. Raqui fue un pilar excepcional en los puntos donde más dudamos como papás. Donde más sufrimos y dónde ella tenía las palabras exactas para hacernos sentir mejor con su gran conocimiento en el tema: la lactancia materna.
Por ella, supe que “el cuerpo sabe mas que yo” y mi proceso de lactancia fue mucho más bonito para mis dos hijos.
Dra. Maribel Martínez
Una doctora que realmente nos entendió desde que fuimos con ella. Su determinación y claridad eran fuera de este mundo. Jamás había tratado con una persona tan clara y que además fuera doctora. Todo un tabú esto de los gines pero con ella siempre nos sentimos agusto, platicábamos de todo y resolvía todas mis dudas. El día que nació mi bebé fue clave primordial para que Piero estuviera más aliviado por todo el tema médico. Gracias a Maribel conté con una mujer más en mi lista que logró que nuestro objetivo se lograra dos veces: Massimo y Carissa.
El día que nació mi bebé Massimo.