Para Mi
Esta semana me han llegado varios veintes, tantos que de verdad a veces me siento muy muy entusiasmada, otros me tiro al catre y otros no paro de estar pensando qué mas sigue, maravillada de todos los cambios que ha habido en casa últimamente. Había habido un post anterior que hablaba de un libro que estaba leyendo, el de Buddah Mom, que no he terminado aun, es como para comerse despacio, y donde hablé de todas mis crisis que había experimentado al ser mamá y donde afirmaba y reafirmo que todas vivimos cierto grado de depresión post parto, en menor o mayor grado pero todas lo experimentamos.
Una de las historias que me resuenan y son tan simples que cuando por primera vez eres mamá, toda la información que entra a tu cabeza es tal cual, por primera vez, cada generación se siente mas desolada, mas abandonada y por lo mismo, no sabe qué hacer esa primer vez que si bien le va recibe información bonita y no tan bonita de doctores, expertos, blogs en internet, etc. Les creemos. También sale el rechazo a todo lo que nos dice nuestra gente cercana, dependiendo de quien sea, cómo te lo diga y si tu filosofía (en ese momento) te hace clic.
Me considero totalmente novata, apenas tengo dos hijos y veo tanta diferencia desde en cómo lo vivo hasta en mis decisiones y ¿saben qué? ME ENCANTA. Me encanta poder estar despierta, estar consciente de que mis hijos son dos niños que amo muchísimo y que me han dado más aprendizaje que toda mi vida de escuela y de filosofías. Vuelvo a los básicos. Y me digo todos los días que definitivamente el respeto siempre va de la mano de la disciplina, que no se debe subestimar la capacidad de un niño y que mi forma de vida es la que se les va a plasmar aunque no quiera, la silenciosa, la que no se habla.
Hoy decidimos mucho por ellos y dejamos de decidir por nosotros, para mi ellos sólo despiertan esa parte de mi que estaba apagada y me aplaudo todos los días porque ellos me hacen reflexionar mis decisiones de hoy solamente, me hacen respetarme, seguir mis instintos, primero soy yo, Piero, ellos y después el mundo entero, he aprendido a callar y a apagar esa parte de mi que no me gusta que era poner en primero a todos los demás hasta en las pequeñas decisiones pero el día que llegaron, algo en mi se reactivó, para mi, para los míos.
