De Paseo con Ale Sura
Cada persona que conozco del mundo de la foto es como si al segundo habláramos el mismo idioma, no importa donde viva ni de donde venga, ni como es su personalidad ni su forma de vestir, ni siquiera cual es su estilo de foto... Lo único que importa es que amamos la fotografía y lo que la rodea. Conocer a Ale Sura, como decía en el post de mi viaje a Costa Rica, fue mágico. Pero lo que más disfruté fue conocer una zona de la ciudad de San José con cámara en mano, y ella también, nos llovió delicioso de pronto y nos empapamos, pero hace mucho no sentía eso, pocas veces en una sesión me llueve, como al final de la de Moni + Ricardo, esa conexión tierra+serhumano, y de eso trata este post.
Cuántas veces no nos hemos quedado con las ganas de hacer una foto porque con las personas que vas no comparten tu pasión, esas ganas de dejar plasmado en una imagen una vivencia. Las cosas pasan tan rápido y puede ser, que no vuelvas no a ese lugar ni con las mismas personas, se también que ese sentimiento de querer hacer y hacer fotos es sólo mío y me he quedado con esas ganas de hacer una foto pero no la hago por no entretener a nadie, pero me atrevo a decir ahora que si me hubiera tomado el tiempo de hacer esa foto nadie se hubiera quejado, al contrario, pero son más los "peros" que uno solo se pone.
A todos nos pasa, ya cuando ha pasado un tiempo de ese momento, siempre se piensa en la foto que no se tomó, en lo que no se hizo, en lo padre que eran esos instantes, etc., aparece la nostalgia a todo lo que da, ¡y no se va! Todo este pensamiento, me deja esos momentos con Ale, recordar que estas ganas de hacer fotos son tan mías, que jamás olvidaré darme el tiempo de seguir haciéndolas, así esté lloviendo, mojándome, me de gripa, jaja (no me dio gracias a Dios :P), pero no irme de ahí sin haberlo hecho para que cuando llegue Doña Nostalgia me agarre lista para enfocarme a los sentimientos y no, en lo que pude haber hecho.
O como me pasó en Italia, decidí muchas veces bajar la cámara para vivir mis momentos con Piero al cien sin preocuparme de la cámara, prefiriendo dejar la vivencia en mi mente y corazón. No me voy a llevar ninguna foto a mi tumba, así que, ambas situaciones son válidas.
La vibra de Ale es esta misma que irradia, una sonrisa eterna y consciente.
