Time flies
Tres meses han pasado desde que Massimo llegó a nuestras vidas, la verdad que ha sido una montaña rusa desde el día 1. Por supuesto que una montaña rusa de la que te bajas increíblemente feliz y lleno de adrenalina, pero quién me dijo que sería también algo difícil… Nadie. Porque como toda mujer dice "todo se olvida" y también es cierto, y solo por eso las justifico jajaja.
De mis primeros retos a enfrentar fue poder verme a los ojos en el espejo y ver reflejado todo ese sentimiento de "adiós vida pasada" jaja ¡neta! Recuerdo salir del hospital diciéndole a mi suegra que no sentía miedo de cuidar a Massimo, y no, nunca lo tuve ni lo he sentido hasta ahora, pero oh sorpresa ¡qué miedo cuidarme de mi! Es verdad que tener familia implica para una dar todo, obvio, siempre estaré hablando por mi experiencia, cada cabeza es un mundo y todo sucede distinto para cada nueva mamá pero lo que más me costó trabajo soltar, y que vaya que le dedicaba todo el tiempo era a mi, todo giraba en torno a mi y Piero, aún cuando llegó Bella a nuestra vida, ella se acomodó a nuestro estilo de vida... Pero al llegar Massimo, mi mundo se volteó de cabeza, de pronto no encuentras tiempo para nada, cuando en diez minutos hacías una cosa por minuto, ahora si me iba bien hacía una al día y a medias jaja. Massimo es y será mi responsabilidad que más amo toda mi vida.
Todas las personas a mi alrededor me daban consejos de cómo hacer esto y aquello, otra cosa que también tuve que aprender porque uno es nuevo, uno tiene "nuevas tendencias", lo que se usa "ahora" no se usaba "antes" pues hasta mi mamá decía que ahora pensamos demasiado en todo y si creo que tiene razón. De pronto todos esos consejos te suenan y resuenan y te resistes… Pero llegó un día que entendí…
Ellas ya pasaron por esto, ellas ya lo vivieron y lo hicieron bien, y sólo por eso, saben MUCHO MÁS QUE YO, punto. Aprendí a escuchar al mismo tiempo que callar. Una vez estábamos de compras mi mamá y yo sentadas esperando que nos atendieran cuando (y este es otro aprendizaje) no se porqué, algo dijimos que le dije "es que me siento en la mira", y púmbatelas a llorar como Magdalena jajajaja claro que mi mamá me dijo que ella no estaba juzgando nada, que nadie nació sabiendo todo y que me relajara, me dijo que qué daría ella porque yo no batallara nada, que no batallo nada pero simplemente hay días difíciles.
El otro aprendizaje entre paréntesis ha sido que cuando más te atreves a decir LO QUE ES, LO QUE TIENES, LO QUE SIENTES, tu bebé fluye contigo. Había y habrá días que Massimo está inquieto, está irritado, que no sabes cómo sobrevivir los minutos, y tan pronto como lo hablo, lo acepto y lo dejo fluir, se duerme dos horas seguidas jajaja… Porque el está tan conectado conmigo que mi vibra y mi frustración, todita también la siente el. En cuanto tu lo sueltas, el igual… Impresionante.
Y creo que el aprendizaje más importante es que aprendí a vivir el momento, sin adelantarme sin quedarme atrás: AQUI Y AHORA. No me importa ya el mundo de facebook, twitter, instagram, whatsapp, me fascina usarlos pero definitivamente tengo otro enfoque, uno más sano y provechoso para mi tiempo que es tan valioso: con Massimo. De vez en cuando, desconéctense, les aseguro que hay tanto que ver a su alrededor que se darán cuenta de lo que se estaban perdiendo.
Entonces, ¿qué viene al caso esta foto? Recordar que el primer viaje de Massimo a San Miguel de Allende en su primer noche, durmió de 9pm a 6am por primera vez, que hemos aprendido más que nunca de nosotros mismos con el y que ese viaje a sus escasos tres meses de vida nos ha hecho sentir lo que ahora felizmente somos, una hermosa familia.
