Yulianna
Todo comenzó en la madrugada del domingo, yo tenia programado un Introfoto para ese día y Jade desde hace días que me decía que qué iba a hacer si Yuli decidía nacer ese domingo. Yo desperté con Massimo a las cinco de la mañana para su primer comida donde vi que Jade ya me había mandado mensaje previniendo que había empezado a dar señales Yuli y talvez quería nacer ese día.
Gracias de nuevo a los 7 alumnos de Introfoto que comprendieron la situación y conmigo se pusieron nerviosos, gracias por su comprensión neta, Yadira, Gina, César, Erika, Ceci, Maricela y Rosy, sus mensajes fueron muy importantes para que pudiera estar con todo con Jade y Javier. Dividimos el taller en dos pues yo suponía que justo a las 12 me llamarían del hospital… Y si, yo inicié el taller al pendiente del teléfono y poquito antes de las 12, Javier me llama para decirme que ya estaba más avanzado, Yuli si nacería ese día, el día de Santa Juliana por coincidencia.
Llegué al hospital super nerviosa de que me ganara Yuli pero todo estaba muy tranquilo aún cuando llegué a ver a Jade, era mi preocupación, que ella estuviera nerviosa porque naciera y yo no estar ahí presente. Jade también tomó el curso de Hipnoparto que tomé con Lore Pardeiro que acababa de terminar hace semana y media. Me encantó llegar y verlos en la misma habitación trabajando juntos, Javier haciendo bromas y Jade concentrada en cada ola que llegaba y se iba. Platicamos un poco. Cambiaban de posiciones para tratar de que avanzara el nacimiento, pero cuando llegué y tres horas después seguíamos en 4cm.
Jade ya estaba agotada y decidió con Javier que la indujeran. Esta decisión hizo que pudiera presenciar el nacimiento de Yuli de una manera distinta que me ponía nerviosa y al mismo tiempo emocionada pues yo no había entrado a un quirófano en mi vida. Como bien dice Vero Hernández, cada mujer tiene la libertad de decidir cómo será el nacimiento de sus hijos y sé que Jade hizo la mejor decisión junto a Javier para Yuli.
Yuli nació a las 7:12 del 16 de febrero, fue un día muy lento para todos por la espera, pero más para Jade, que moría de ganas de ver la carita de Yuli por fin.
Ver a Yuli por primera vez con esos ojitos rasgados fue lo más bello que vi ese domingo y que valió cada minuto de espera. ¡Bienvenida bebé hermosa!
