El Famoso Frasco
foto-documental-de-familias-mexico-por-arody-sanchez-el-frasco-de-la-calma-montessori-01
Bueno, pues como todo en las redes vuela y se hace super viral, hace una semana estábamos platicando en un grupo de mamis en whats que cómo estaban pasando nuestros hijos por "los terribles dos", algunas dijeron que así seguirían los terribles tres, los terribles cuatro, etcétera... Y es verdad, creo que cada etapa de un niño tiene sus altibajos, yo no me puedo quejar nada, Massimo es un niño tranquilo en general pero claro que hay días que se le desorbitan los ojos de cansancio y lo único que hay en toda la tarde es un -sinsaberquehacer- de ambas partes, jaja, que hasta yo acabo con los ojos igual.
foto-documental-de-familias-mexico-por-arody-sanchez-el-frasco-de-la-calma-montessori-02
foto-documental-de-familias-mexico-por-arody-sanchez-el-frasco-de-la-calma-montessori-03
Pero bueno, después de esa platica, recordé que había visto que una amiga había compartido en Facebook esto del Frasco de la Calma, investigué un poco más, y pues si bien no me hace pues mal tampoco.
Otro día, yendo por una nieve (sí, un día que no hacia este frío helado espantoso), me topé con una mercería y me acordé de lo que necesitaba para hacerlo. Lo tomé como para hacer un día con Massimo como parte de algo creativo y que me ayudara, y así fue, encontré todo en una sola mercería y lo hicimos, aquí se los comparto, al final les digo mi experiencia con el.
foto-documental-de-familias-mexico-por-arody-sanchez-el-frasco-de-la-calma-montessori-05
foto-documental-de-familias-mexico-por-arody-sanchez-el-frasco-de-la-calma-montessori-06
foto-documental-de-familias-mexico-por-arody-sanchez-el-frasco-de-la-calma-montessori-04
Este frasquito lo tenemos en su escritorio en casa, donde juega, dibuja, se entretiene y se aburre. Hace unos días, de esos donde no durmió completo y se despertó sin saber cómo acabar de despertarse, lo que le dura de media a una hora, nos sentamos en su escritorio, y así nada más lo tomé, empezamos a voltearlo, viendo cómo la brillantina va cayendo, cómo de pronto aparecen sus "estrellas mágicas" y si bien no le quitó por completo la actitud, al menos dejó de llorar. Lo dejamos y seguimos la tarde.
A mi, me gusta haberlo tenido (aunque puede ser otra cosa, una bola de nieve, algo ya hecho pues) pero saber que lo hicimos los dos y que es una herramienta más para "algo", ¡me encanta!
